lunes, 30 de mayo de 2011

Una bioquímica califica de ‘fraude’ presentar la clonación terapéutica como “la solución” de enfermedades incurables

“Existe una obsesión por conseguir células embrionarias, así como una falta grave de responsabilidad por parte de quienes dirigen la política científica y sanitaria, en el empeño por mantener el fraude que supone presentar la clonación terapéutica como “la solución de enfermedades incurables”, afirmó Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra. La experta hizo estas declaraciones con motivo del cierre del laboratorio de Woo-SukHwang por parte de la Universidad de Seúl, si bien reiteró que “la “humillación por lo ocurrido no debe ser sólo para Corea del Sur”.
Según comentó, los resultados de la investigación se refieren a transferencia de núcleos somáticos humanos, “que sólo supone una etapa de una posible clonación y de ‘artefacto de transferencia nuclear’ que no es un embrión”. En ese sentido, añadió que muchos científicos “han desvirtuado su trabajo para mantener las ‘promesas terapéuticas’ de la clonación humana y para atraer capital a los nuevos bancos de células madre creados recientemente con oferta para el 2006”.
Natalia López Moratalla recalcó que “no resulta necesario obtener un clon en estado embrionario para tener células madre de ‘tipo embrionario a la carta’ por este procedimiento, pero sí muchos óvulos de mujer. Precisamente, los problemas comenzaron a cercar a Hwang tras admitir dos miembros de su laboratorio eran donantes y que había pagado el resto”.

Rigor en la divulgación de expectativas terapéuticas
Así, la catedrática llamó la atención sobre un comentario de Magnus y Cho, de la Universidad de Stanford, que se publicó junto al artículo de Woo-SukHwang en la revista Science. El texto revelaba que entre un 0,3 y un 5 a un 10% de las mujeres a las que se induce la hiperproducción de óvulos experimentan un grave síndrome de hiperestimulación, que produce dolor, fallo renal, posible futura infertilidad, e incluso la muerte.
“La responsabilidad de la comunidad científica no acaba con la denuncia de este fraude, sino con la prohibición total de usar óvulos humanos; y con el rigor en la divulgación de expectativas terapéuticas”, reclamó Natalia López Moratalla. “Los científicos saben que la clonación de primates, incluso sólo hasta el estado de embrión malformado, no se ha logrado nunca y posiblemente no esté cercana. Pero tienen mucho empeño en seguirla intentando y por ello arropan la investigación bajo la capa de solidaridad con los enfermos”.
Por último, la profesora de la Universidad de Navarra insistió en que “las células madre embrionarias no sirven para curar y el cuerpo del propio enfermo tiene células en reserva que están resultando ‘bravas’ para cumplir su función de regenerar las estropeadas”, por lo que concluyó que no se justifica la aprobación de la clonación terapeútica en la ley que regule la investigación biomédica en España. “Habría que reconducir el uso de los fondos públicos de I+D para proyectos con células madre: mientras los pocos que trabajan con las embrionarias reciben grandes sumas, los numerosos grupos de investigadores que trabajan eficazmente con las de adulto no tienen ayudas”, finalizó.

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